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Hoy te quiero hablar de un concepto que, como de costumbre, implica un comportamiento infantil. Y con infantil no me estoy refiriendo a inútil, absurdo, sin sentido... Aunque sí simple. Porque esas personillas pequeñas suelen estar bastante más en forma que la mayoría de personacas grandes. Y las primeras no siguen rutinas de entrenamiento pautadas, así que algo sabrán que las segundas han olvidado.
Se trata de "entrenar" de manera inconsciente. Como el cartero del pueblo. Se centra en repartir cartas, pero cuando acaba el día ha caminado 20 kilómetros. O como la niña que juega en el suelo construyendo un castillo. Al acabar el edificio habrá hecho una buena sesión de movilidad.
Ahora que lo pienso, no está muy alejado de lo que es una clase dirigida de cualquier tipo. Tú te centras en presentarte en la clase y en acabarla. Al final de esta habrás hecho un entreno.
La gran diferencia está en que en esta última opción hay un agente externo que decide qué se va a trabajar. Y eso no nos acaba de gustar aquí. Porque buscamos independencia. Queremos tener autonomía para decidir qué queremos hacer, cómo lo queremos hacer y (lo más importante) para qué lo queremos hacer. Aunque eso implique aprender, equivocarse, dudar, progresar más lentamente... En el medio y largo plazo merece la pena.
Por eso me gusta proponerme una tarea cualquiera y centrarme en hacerla. Sin contar repeticiones (otra vez con eso, sí), sin tener en cuenta qué músculos están implicados, sin analizar la técnica "correcta", sin seguir nada más que lo que me apetece. Sabiendo que al acabar habré hecho algún tipo de entreno.
En lugar de planificar, por ejemplo, 5 series de 6 flexiones, me pongo a 4 patas (sólo apoyando manos y pies en el suelo) y juego con los palitos de madera. ¿Que quiero hacer trabajo de piernas? Me pongo a la pata coja y coloco palos en el suelo el rato que me apetezca. ¿Que quiero mover las caderas? Me siento en el suelo a escribir el boletín con el ordenador sobre un taburete.
Sé que lo que hago no es exactamente lo mismo que hubiese hecho entrenando, pero digamos que entra en la misma familia de ejercicios. Y si lo hago "sin darme cuenta", no necesito gastar "energía motivacional" en ello. Dejándome más de esa energía para otras cosas (cocinar, escribir boletines...).
¿Y tú? ¿Te animas a moverte con pequeños juegos? Invéntate el tuyo y me comentas. No hace falta ni tener las cosas muy claras. Sólo la excusa de moverse un rato alrededor de una tarea, un juego o un objetivo.
P.D.: ¿Quieres pasar un rato en sentadilla? Recuerda que no existe LA manera correcta. Ponle tu toque personal, adáptalo, cámbialo, explora variaciones... Que nada te impida intentarlo.